Se trata de una proyección de la consultora AZ-Group en base al recorte en la previsión de cosecha; para la Bolsa de Comercio de Rosario hay 400.000 hectáreas regulares y 100.000 hectáreas malas
6 de octubre de 2023 14:13
En medio de un escenario climático difícil, con lluvias que en varias regiones agrícolas no se terminaron de generalizar, el impacto de la sequía en el trigo 2023/2024 podría ascender a los US$900 millones, según un informe privado. Vale recordar que diversos relevamientos vienen alertando no sólo sobre una pérdida en el potencial de rendimiento sino de lotes que se están destinando para la alimentación animal porque ya no se dejarán para la cosecha.
“Los cálculos preliminares de pérdidas económicas causadas por la falta de lluvias en el trigo pueden llegar a 900 millones de dólares”, dijo Lorena D´Angelo, analista de mercados de AZ-Group. Luego alertó: “Esta cifra proviene de considerar una merma de tres millones de toneladas en la cosecha, al pasar de los 18 millones de toneladas estimados inicialmente a 15 millones, y los precios FOB actuales del cereal”.
Según explicó, estos cálculos no tienen en cuenta los embarques que se realizarán este año pendientes de la campaña pasada. En diversos momentos el Gobierno fue prorrogando embarques, lo que impactó en los envíos al exterior de la producción 2022/2023. En los primeros nueve meses del año se enviaron al exterior 1.698.000 toneladas, una caída del 85,6% versus igual período de 2022, cuando se colocaron 12.634.900 toneladas, de acuerdo a un reporte de Eugenio Irazuegui, de Zeni.
En este marco, en opinión de D´Angelo, “la incertidumbre productiva que se vive en muchas zonas determina que muchos agricultores no vendan anticipadamente nada de trigo, mientras que los exportadores tampoco están comprando muy activamente en el mercado, que está muy tranquilo”. Mientras tanto, indicó, previendo una próxima devaluación del peso, los molinos están más activos y buscan originar en pesos pagando ahora la mercadería por recibir.
Hoy la sequía no da tregua y la falta de lluvias causa estragos en el trigo: la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que en la zona núcleo hay “alerta de pérdidas masivas” del cultivo. La mitad de los campos con cereal en esta área ya se encuentran en condiciones que van desde regulares a malas, y en algunos casos hay productores que se vieron obligados a pastorear los primeros lotes.
Según los datos apartados por la BCR, de un millón de hectáreas sembradas en esta zona, que abarca el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba, aproximadamente 400.000 hectáreas se consideran en estado regular, mientras que otras 100.000 hectáreas presentan un estado malo. En las áreas más afectadas, se estima que los rendimientos oscilarán entre 5 y 15 quintales por hectárea.
“El trigo de la región se encuentra entre desplegando la hoja bandera y comienzo de llenado de granos, etapas críticas en la definición del rendimiento. Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes los rindes se ajustan hacia abajo”, alertó la entidad.
La zona más afectada se encuentran en el centro-sur de Santa Fe, donde incluso en Carlos Pellegrini un 10% de los lotes ya se considera perdido. Allí hay una “drástica reducción de las varas florales y una lenta formación de granos”. Se estiman rindes de 5 a 20 quintales por hectárea. En este contexto, indicó: “Los productores que cuentan con animales en sus establecimientos lo están usando como forraje”.
La situación es igualmente crítica en Cañada de Gómez, en donde el 80% de los cuadros está espigando con estrés hídrico grave, “las hojas se ven encartuchadas, sufriendo. Son trigos que no lograron una buena profundización radical”. En Marcos Juárez, el trigo viene sufriendo un fuerte deterioro y su estado general cayó por la falta de lluvias. En consecuencia, el 45% de los lotes está entre regular y malo.
En el sur santafecino y el nordeste de Buenos Aires, si bien se ven los mejores lotes, cada vez dependen más de las lluvias. “En San Gregorio, dónde las lluvias de la primera semana de septiembre permitía apuntar a 50 quintales por hectárea en los mejores lotes, esperan una caída brusca de potencial tras los escasos milímetros que dejo el evento del martes”, explicaron. En Pergamino, los rendimientos esperados se encuentran en un rango que va de 25 a 50 quintales por hectárea.
El caso del maíz
Por otro lado, en lo que respecta al maíz el panorama tampoco es alentador porque falta sembrar 540.000 hectáreas con siembra temprana y “el agua no alcanza para reactivar la siembra”.
“El avance se hizo a costa de los sectores que presentaban mejores condiciones de humedad, como el extremo sur santafecino y el noreste bonaerense. Sin embargo, en estos sectores las últimas siembras se hicieron con la humedad justa”, alertó la entidad.
“Por el momento, con el 60% implantado, la región sigue esperando lluvias, el límite sería mediados de octubre. Las áreas más demoradas son el centro-sur santafecino, donde las labores se frenaron en un 5% debido a la falta de humedad en los perfiles del suelo. Le sigue el noroeste bonaerense, con un 15%, y el sudeste cordobés con un 70%. Allí el final es incierto”, agregó.
En lo que respecta a pronósticos de lluvias para el martes que viene, no se descarta la probabilidad de lluvias débiles y aisladas en el sur y este de la zona GEA. “Aunque los pronósticos de corto plazo no son muy optimistas en cuanto a la presencia de precipitaciones en la zona núcleo, octubre es un mes que cuenta con valores estadísticos más que favorables para recomponer positivamente las reservas de agua en el suelo. La transición estacional recién empieza y las lluvias de estos primeros días del mes fueron lo suficientemente generalizadas como para intuir la posibilidad de un cambio en el mediano plazo”, dijo.