Una vez más el clima vuelve a tomar protagonismo en el sector agropecuario. La falta de precipitaciones en gran parte del territorio nacional está ocasionando una sequía más que importante y, al margen de retrasar la siembra del trigo y de complicar los verdeos de invierno en los campos ganaderos, provoca hechos como una inusual gran cantidad de incendios en el partido bonaerense de Junín.
En rigor, ya son 30 incendios los que se produjeron en la última semana. En lo que va del año ya suman más de 300. Si bien no son sucesos de gran envergadura, donde se queman lotes de entre una a 30 hectáreas, preocupa que esto se acreciente si las lluvias no aparecen.
En este contexto, Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de esa ciudad, destacó que la gran sequía que viene desde el verano afecta al partido de una manera importante.
“Si bien no es época de lluvias, desde el verano que venimos con pocas precipitaciones en la región. Otra cuestión no menor son los vientos, que de un rato a otro pueden cambiar de dirección y provocar algo no previsto. Sumado a que es costumbre que en estos meses los productores prendan los bajos de sus campos con pastizales altos para renovar las pasturas para la primavera”, dijo a LA NACION.
Gran seca, fuertes vientos pero, sobre todo negligencia, son los factores que para el productor Rodrigo Esponda ocasionan las quemas en los campos. “Vemos que a una seca inusual se suma la irresponsabilidad de la gente, como pescadores y cazadores, que no tienen dimensión del daño que pueden provocar con un descuido”, dijo.
Esponda contó que tanto el municipio como los bomberos, anticipando a una situación que veían que podría ocurrir, comenzaron con una campaña de difusión y prevención importante para concientizar a los pobladores sobre los resultados adversos de los incendios forestales.
“Es de destacar la labor que realizan los bomberos a diario, pero a veces no alcanza por el desconocimiento que tiene la gente de esto, sobre todo que hay que maximizar el uso de los recursos que se tienen en la ciudad”, indicó.
Una cosa importante que destacó Frederking es el sistema de tranqueras conectadas que se puso en la zona. Cada tranquera tiene una chapa que permite identificar y localizar el campo para que cualquiera pueda avisar de algún problema en ese establecimiento, sea incendios, un pedido de ambulancia o un hecho delictivo. “Es una tecnología para que entre todos podamos sumar y trabajar integradamente”, contó.
Para el dirigente, debe haber una responsabilidad en cada productor y trabajar en forma integrada con los bomberos: “Tenemos que ser parte de la solución y no hacer las cosas como nos parece, debemos dar el ejemplo”.
Mariana Reinke