24 mayo, 2022
Nº: 2146

El desconocimiento del presidente Fernández de la ganadería argentina

Una vez más, las declaraciones del Señor Presidente Fernández diciendo que “los ganaderos le quieren cobrar a los argentinos la carne al mismo precio que a los chinos” nos asombran por lo alejado de la realidad.  El fuerte empeño por retacear la confianza en su administración de los actores económicos, y  en particular del campo, es encomiable.

Dice el presidente que la carne no para de subir y es necesario “desacoplar” los precios del mercado interno del externo.

Señor presidente: por si no sabe hace un año existen 7 cortes de carne imposibilitados de exportar con lo cual se deben vender si o si en el mercado interno y lejos sus valores pueden estar afectados por los precios internacionales.  Queda entonces en claro que el problema es la inflación, incontrolada debido a la impericia de su gabinete económico para disminuirla y contenerla, y a la falta de confianza en su administración, justamente por las frecuentes expresiones suyas alejadas de la realidad, haciendo mención de recetas ya probadas y fracasadas.

En este último año la carne aumento al consumidor más de un 65 %, se le pago menos al productor y la Argentina exporto menos carne. Perdió el consumidor, perdió el ganadero y perdió el país por la retracción de las exportaciones.

Mientras nuestros competidores en exportación de carne vacuna aumentaron sus exportaciones, en el mismo contexto mundial de pandemia y conflicto bélico, nosotros hemos retraído las exportaciones y perdido más de 1500 millones de dólares en exportación.

El principal motivo, que conlleva al menos consumo de carne de nuestros compatriotas en la historia, proviene del poder adquisitivo de los argentinos que se encuentra permanentemente corroído por los efectos de la inflación.

La política del desaliento para una actividad que  es estratégica en el desarrollo territorial para nuestro país ya está instalada. Y difícilmente algún plan o programa en este contexto, pueda revertirlo. Urge cambiar la política de retracción y prohibiciones por una de expansión y promociones. Sólo con políticas que amplíen el stock ganadero y que incentiven la inversión para aumentar la oferta se va garantizar la “mesa de los argentinos”  y generar un volumen importante de exportaciones que mejoren los ingresos de divisas por el comercio exterior.

Mientras su Gobierno sigue empecinado en las mismas recetas, mismos argumentos, mismas acciones, mismos actores, tendrá mismas consecuencias y lógicamente mismos resultados. Allá vamos.

Argentina puede ser un destacado proveedor de alimentos en este contexto mundial. Solo de usted depende.

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