En el INTA informaron que las últimas lluvias aumentaron las reservas de agua en el suelo en el NEA, centro y noroeste de Buenos Aires, sur de Córdoba y sudoeste de Santa Fe
1 de noviembre de 202212:36
Pilar VazquezLA NACION
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Cada milímetro de lluvia caída es valorado y festejado por los productores agropecuarios en medio de la intensa sequía que afecta al sector en un momento crítico: es la época de la siembra de maíz y soja, dos de los cultivos más relevantes, y el trigo está en su momento de definición de rendimiento. En este contexto, la semana pasada se abrió una luz de esperanza: se registraron lluvias y tormentas en gran parte de la región pampeana que aumentaron las reservas de agua en el suelo y mejoraron las perfectivas, indicaron los especialistas.
“Los volúmenes de los milímetros precipitados fueron significativos en algunas zonas del oeste de Buenos Aires, La Pampa y el centro sur de la provincia de Buenos Aires. Dentro de estas zonas, en donde hubo registros muy dispares, algunos sectores recuperaron un buen nivel del balance de agua en el suelo y pueden cubrir los requerimientos de los cultivos, especialmente del trigo implantado y la cebada, y mejoran las condiciones para la implantación de la cosecha gruesa al disponerse de mejor humedad tanto en el horizonte superficial como en profundidad”, indicó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.SIN DÓLAR SOJA, EN OCTUBRE SE DERRUMBÓ 85% LA LIQUIDACIÓN DE DIVISAS
Sin embargo, alertó que en la zona núcleo, tres regiones importantes como son el norte de la provincia Buenos Aires, sur de Santa Fe y este de Córdoba, “recibieron registros muy escasos que únicamente permiten humedecer y proveer de agua el horizonte superficial, pero no en profundidad y no alcanza a cubrir las reservas de agua”.
“Es una zona muy importante para la cosecha gruesa, que aún se mantiene en situación crítica, dado que entre 50 y 60% de los volúmenes producidos en la cosecha gruesa salen de esa zona”, dijo en ese sentido. En consecuencia, en el informe semanal de la institución alertaron que “la situación del atraso respecto a la campaña anterior es generalizada”.
En rigor, se detalló que en la última reunión de actualización, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías identificó 140 millones de hectáreas en sequía en Argentina. “Más de siete millones de estas hectáreas fueron clasificadas como sequía severa (rojo) y se encuentran localizadas en la zona núcleo Pampeana”, indicaron.
Precisó que “el porcentaje de agua útil en el perfil (1 m) es menor al 20% en la mayor parte del país, con regiones en donde este índice se encuentra en valores inferiores al 10 % (Patagonia, Pampeana, excepto centro, Cuyo y NOA). En Corrientes (noroeste y sur), Formosa (este) y Buenos Aires (centro y centro-este) este porcentaje supera el 60 % y en Misiones el 80%”.
La semana pasada la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que la siembra de maíz en la Argentina exhibe el menor ritmo de avance de los últimos 20 años y volvió a recortar las estimaciones de cosecha de trigo, a 13,7 millones de toneladas, versus 23 millones de toneladas en 2021. Además, el área perdida de trigo trepa en la zona agrícola núcleo a casi 400.000 hectáreas y el rinde promedio cayó a 15 quintales por hectárea, siendo que el promedio de la región es de 39 a 40 quintales por hectárea.
En este contexto, según indicó Mercuri recién se esperarían eventos significativos a partir del principio de la semana que viene. “La región pampeana podría atravesar un frente de lluvia del 7 al 10, que podría ser también significativo cómo este último evento. Lamentablemente, son varios los días que hay que esperar hasta la nueva chance de precipitaciones en el contexto de este año tan seco”, sostuvo.
Según detallan en el informe, el trigo está comenzando la floración en el sur de la región pampeana. Mientras que en el norte, el cultivo atraviesa la etapa de llenado de granos.“MIENTRAS SEGUIMOS VIENDO GRAN HERMANO”: EL VIDEO QUE ALERTA QUE UN ALIMENTO “VA A VALER UNA FORTUNA”
Por otro lado, alertó de la ocurrencia de temperaturas muy bajas y heladas, en algunos casos de corta duración, pero que igual “generan daños en el momento en el cultivo de trigo”. Asimismo, indicó que “lo mismo pasa si hay algún cultivo implantado de gruesa, como puede ser el girasol.
Respecto al largo plazo, señaló que sigue un año, especialmente en la primavera, como deficitario y por ahora los modelos e información científica ratifican que a partir del inicio del verano podría regularizarse el régimen de precipitaciones en la región central y el este del país.Pilar Vazquez