Si bien las lluvias contribuyen a mejorar la condición de los cultivos, hay lotes de maíz y soja que no llegarán a cosecha por inundación.
Imagen ilustrativa de un campo anegado
Las fuertes lluvias que ocurrieron en los últimos días terminaron de consolidar el escenario de mejora climática introducido por la llegada de El Niño y que comenzó a mediados de noviembre, cuando finalmente se activaron las tormentas que han revertido la situación de sequía en los suelos.
En la última semana, por caso, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reportó que, en la zona núcleo, hubo acumulados de entre 60 y 100 milímetros, incluso con muchas localidades por encima de esos valores.
De esta manera, “la mejora de las reservas hídricas es sustancial”, agregó la GEA, y la buena noticia que trajo esto es un mejoramiento también de la condición de los cultivos: el 95% de los lotes de maíz de primera y el 75% de la soja de primera están entre excelentes y muy buenos.
EL LADO “B” DE EL NIÑO: LAS INUNDACIONES
Sin embargo, este gran caudal de precipitaciones también suma un inconveniente: “Hay lotes perdidos en soja y maíz, y en peligro de perderse cultivos implantados en lotes bajos”, alertó la entidad rosarina.
Lo bueno es que por ahora se trataría de sectores acotados y las pérdidas en superficie no son importantes: los más afectados son los sectores del centro sur de Santa Fe y los cercanos a Córdoba.
Como un ejemplo, la GEA citó a El Trébol (Santa Fe), donde entre el 1° y el 21 de diciembre cayeron 313 milímetros: “Hay pérdidas importantes por inundación de lotes. En soja de segunda, un 5% deberá resembrarse. También se perdió área de maíz temprano”.
Del mismo modo, técnicos de la zona de Carlos Pellegrini advirtieron que “los suelos están saturados a causa de las últimas lluvias, en particular los bajos” y que hay preocupación porque “hay cultivos implantados en lotes bajos que pueden perderse por las condiciones de anaerobiosis”, explican.
En tanto, en zonas como Saira y Noetinger, “las lluvias produjeron anegamientos importantes: habrá resiembras parciales de lotes”, añadieron.
OTRO PROBLEMA: SE RETRASA LA SIEMBRA
En paralelo, el informe de la GEA menciona como otro problema adicional de los excesos hídricos que se retrasa la siembra de planteos de segunda o tardíos.
“A la fecha, solo el 62% de la soja de segunda está implantada. Restan 380.000 hectáreas. Y del maíz tardío (y de segunda) está sembrado poco más de la mitad, es decir el 55%. Para terminar faltan 230.000 hectáreas. Las labores están frenadas y trabadas por el último temporal de lluvias”, precisó la entidad.
Como si no bastara con eso, también advirtió sobre grandes escapes de malezas por la imposibilidad de hacer controles.
“Los técnicos estiman poder culminar con la siembra o al menos avanzar en los próximos días si el clima y el piso de los lotes lo permiten. Advierten que en soja de segunda a estas alturas y con los grupos de madurez que los productores tienen disponibles (grupos IV) ya es inevitable esperar una merma en los rindes potenciales por el atraso en la fecha de siembra”, continuó la GEA.
Y cerró: “En cambio, con el maíz tardío hay más tiempo: la mayoría de los híbridos a utilizar tienen eventos que protegen de las principales plagas de fechas tardías. La fecha de siembra se podría extender hasta mediados de enero sin perder potencial. Pero nos arriesgamos con las heladas tempranas de finales de ciclo”.
