La Bolsa de Comercio de Rosario redujo en otras 700.000 toneladas su cálculo para esta campaña, que de cerrar con esta cifra superaría en apenas un 24% a la cosecha de trigo anterior, una de las peores de la historia por la sequía.
Lote de trigo en Porteña, Córdoba. (Bolsa de Cereales de Córdoba)
¿Un daño inesperado? Las lluvias aún no son suficientes y el trigo lo sabe. El cereal que se sembró requiere de la urgente llegada de las precipitaciones si no quiere seguir cayendo en las estimaciones. Ahora, la Bolsa de Comercio de Rosario volvió a achicar sus cifras.
“Sin lluvias para dar vuelta la campaña, el trigo cae a 14,3 millones de toneladas (Mt). Continúa la falta de agua: las lluvias importantes no llegan y el cultivo atraviesa el período crítico perdiendo potencial de rinde. En maíz, por la falta de agua y la imposibilidad de sembrar en forma temprana, 400.000 hectáreas pasarán de maíz a soja”, indicaron desde la entidad rosarina.
Con un área sembrada de 5,4 M de ha, Argentina produciría solo un 24 % más de trigo que lo que dejó la desastrosa campaña pasada (11,5 Mt).
El ciclo de trigo 2023/24 sigue posicionándose como la cuarta producción más baja de las últimas 10 campañas si no se produce un cambio rotundo del clima en lo que resta de octubre y noviembre.
Los especialistas remarcaron que “salvo las lluvias de fines de mayo sobre el este de la región pampeana, las lluvias de la primera semana de setiembre en el centro de la región núcleo, y lluvias que han acompañado al SE bonaerense, y hasta hace un mes atrás a Entre Ríos, la campaña triguera 2023/24 no recibió lluvias importantes en lo que va del ciclo”.
El cultivo sigue deteriorándose mientras se van cumpliendo etapas claves de definición de rinde en Argentina.
“Es urgente la necesidad de lluvias importantes a gran escala para poder completar los granos y detener la caída que se viene corroborando a cada semana. De esta manera, hay una nueva baja de casi un 5% respecto de lo que se proyectaba un mes atrás (15 M de tn)”, alertaron.
LA SEQUÍA QUE NO SE VA
Desde BCR indicaron que la sostenida sequía “le ha quitado al trigo las posibilidades de alcanzar siquiera los 15,6 M de Tn que se proyectaban como escenario de normalidad al comienzo de la campaña.
“Setiembre y los primeros 11 días de octubre mantienen la predominancia de la circulación fría y seca que no permite el cambio del patrón seco que domina en gran parte de la región pampeana”, precisaron.
¿En qué condiciones de calidad está el trigo? Se estima que casi 2,5 M de hectáreas —el 46% del trigo sembrado— está en condiciones regulares a malas.
En tanto que el área que quedaría sin llegar a cosecha estaría en el orden de las 340.000 ha.
“Buenos Aires es la única provincia que supera los 30 quintales en trigo: el clima ha privilegiado este año solo al SE de Buenos Aires y las lluvias allí han afianzado un escenario de alta productividad. Esta es la razón que pone a Buenos Aires en cabeza de pelotón de los rindes trigueros provinciales de Argentina con un rinde de 33,5 qq/ha”, remarcaron.
En el resto del país, los distintos grados de afección por falta de agua dejan a los rindes trigueros provinciales por debajo de los 30 qq/ha. En Santa Fe se estima un rinde de 28,9 qq/ha. En Córdoba el trigo pasa por un escenario que ya puede caracterizarse de desastre productivo con un rinde 22,3 qq/ha.
También hay una caída importante en Entre Ríos: técnicos del SIBER de la bolsa de comercio de Entre Ríos, comentan que los 29 qq/ha que se estimaban un mes atrás sufrirían una caída de alrededor de 3 quintales.