La primera proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario es de 136 millones de toneladas. La soja crecería más del doble frente a su peor campaña en más de 20 años, pero seguiría por detrás en volumen del maíz.
Luz verde para la soja, que crecería más del doble en cosecha (Bolsa de Comercio de Santa Fe)
Tras la declaración de que Argentina está oficialmente bajo el influjo de El Niño, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó su primera proyección de cosecha 2023/24, en la que refleja el optimismo sobre la posibilidad de que el campo recupere la senda del crecimiento, tras lo que fue la catástrofe de la última campaña como consecuencia de la sequía.
En concreto, la entidad rosarina proyecta una producción de 136 millones de toneladas entre los principales granos, lo que implica un crecimiento del 70% con respecto al último ciclo, que cerró en unas 80 millones, la peor cifra en lo que va del Siglo XXI.
Es decir, que se recuperarían más de 50 millones de toneladas, con exportaciones de granos que se duplicarían respecto del ciclo anterior.
EL NIÑO AYUDA A LA SOJA Y AL MAÍZ
En materia de crecimiento intercampaña, el salto más importante que prevé la BCR es para la soja: tras su peor cosecha en más de 20 años, con apenas 20 millones de toneladas, crecería más del doble, un 138,8%, hasta 47,8 millones de toneladas.
No obstante, no le alcanzaría a la oleaginosa para arrebatarle el liderazgo que desde hace algunos años tomó el maíz, que seguiría siendo el principal cultivo de Argentina, con 56 millones de toneladas, gracias a un aumento del 64,6%.
En tercer lugar, en tanto, el trigo aportaría 15,6 millones, con una suba del 35,7%.
El aporte del cereal de invierno sería modesto, y lejos del récord de 20 millones de toneladas al que llegó hace dos temporadas, debido a que las condiciones secas durante el invierno continuaron y afectaron su desarrollo.
De movida, la Bolsa rosarina recordó que el área implantada se habría ubicado finalmente en 5,4 millones de hectáreas, 500.000 menos que las del ciclo pasado.
De todos modos, pese a las malas condiciones que se tienen como punto de partida en la actual campaña, los rindes serían considerablemente superiores a los de la campaña pasada, ya que en términos generales las reservas de agua útil en los suelos son mejores a las del año previo.
En relación con los cultivos de verano, “un nuevo fortalecimiento del fenómeno El Niño incrementa las probabilidades de contar con lluvias por encima de lo normal durante la campaña gruesa”, resalta el reporte.
FUERTE AUMENTO DE LAS EXPORTACIONES
Lógicamente, una mayor producción redundará también en un fuerte repunte de las exportaciones asociadas al agro.
En el caso de la soja, se prevé una notable recuperación de la industrialización, de más del 40%, para alcanzar 38,7 millones de toneladas. Por el lado del girasol, se prevé que el crush crezca algo más de un 6%, alcanzando 3,8 millones.
“Estos datos indican una recuperación significativa en la capacidad de procesamiento de oleaginosas, lo que podría tener un impacto positivo en la industria y de exportación“, resume la BCR.
En cuanto a los cereales, la industrialización de trigo y cebada se proyecta en niveles muy similares a los de la actual campaña; y, por ello, la exportación sería el rubro que más crecería.
De este modo, se prevé que el envío al exterior de granos se duplique en el próximo ciclo de la mano de la recuperación de la producción, con un total proyectado de 63,6 millones de toneladas.
Entre los granos más destacados se ubica el maíz, con una proyección de 40 millones de toneladas (+100% interanual), representando más del 60% del total de granos proyectados a exportar en el nuevo ciclo.
“Si además consideramos el envío al exterior proyectado de aceites y subproductos para la próxima campaña, el despacho total al exterior entre los principales complejos cerealeros y oleaginosos alcanzaría casi 100 millones de toneladas, registrando un incremento de más del 75% entre campañas y quedando apenas por detrás del máximo de más de 104,1 Mt de la campaña 2018/19“, completa el estudio.
De esta manera, a los precios vigentes, las exportaciones dejarían un ingreso de divisas de U$S 34.300 millones; casi US$ 10.000 millones más que el ciclo anterior y el tercer mejor desempeño histórico, solo por detrás de los ciclos 2020/21 y 2021/22.
“Si bien los precios promedio proyectados para el próximo ciclo se vislumbran algo por debajo de los de la campaña actual, el aumento en volumen más que compensa esta caída. Esta perspectiva de ingresos adicionales representa una inyección significativa de capital en la economía argentina y augura un panorama económico más alentador para el próximo año“, concluye la Bolsa de Rosario.