En la evaluación general para los principales cultivos, la participación subió del 67,2% al 79,1%, y es la más alta en casi ocho años. El principal motivo son las retenciones, porque se cobran sobre el precio bruto. Lote de soja perdido en el sur de Entre Ríos. Imagen compartida por Luis Benedetti
Por cada 100 pesos que genera una hectárea agrícola en Argentina, 79 pesos van a parar a manos del Estado; principalmente, del nacional, pero también de provincias y municipios.
En el caso de la soja, el cálculo es aún peor: 94 de cada 100 pesos, según el relevamiento trimestral de participación del Estado en la renta agrícola elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
El informe, como es usual, analiza el peso de los impuestos en cuatro cultivos -soja, maíz, girasol y trigo- y en la medición a marzo determinó una participación del 79,1%; una fuerte suba respecto al 67,2% calculado en diciembre y el porcentaje más alto desde el 96,1% de septiembre de 2015.
“La fuerte caída en la producción debido a la intensa sequía que se registró en Argentina generó que la participación del Estado a través de los impuestos aumente. Esto se da porque el impuesto con mayor peso es el derecho de exportación que, al actuar sobre el precio bruto, no reconoce caídas en la rentabilidad. Así, a medida que empeora la sequía, aumenta la participación de los impuestos sobre la renta”, explicó el economista jefe de FADA, David Miazzo.
Y añadió que, para quienes alquilan la tierra, o sea que la misma le representa un costo, “en un año en que la producción genera pérdidas, el Estado se lleva más del 100% de la renta”.
POR CULTIVO Y PROVINCIA
Como se mencionó, el promedio de participación del Estado en los diferentes cultivos es del 79,1%, pero trepa a 94,1% en el caso de la soja, al 78,7% en el trigo, al 62,4% en el maíz, y al 58,3% en el girasol.
En gran medida, los porcentajes reflejan de un modo bastante claro el impacto de la sequía en los diferentes cultivos.
El caso de la soja es significativo, porque incluso hay provincias en las que se suman impuestos provinciales que hacen que la participación del Estado supere el 100%, como La Pampa, Entre Ríos y San Luis.
¿OTRO DÓLAR SOJA?
Por último, FADA también menciona el debate por la posibilidad de que el Gobierno disponga una tercera edición del Programa de Incremento Exportador, con un tipo de cambio diferencial para la soja, aunque el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, negó la posibilidad. .
Según Miazzo, así como hubo una mejora de los precios internacionales de los granos por la inflación global y por la guerra entre Rusia y Ucrania, a la vez ocurrió una baja abrupta del tipo de cambio oficial real, lo que afecta de manera negativa la competitividad cambiaria de la producción agrícola.
“A raíz de este atraso es que fueron necesarias las dos ediciones del Dólar Soja para impulsar las ventas”, enfatizó.
Si se descuenta la inflación del último año, el dólar cayó un 7%: medido a precios de marzo de 2023, el tipo de cambio de marzo de 2022 era el equivalente actual de $ 222, mientras que el de marzo de 2021 era el equivalente actual de $ 281.
“De acuerdo con lo que se ve desde septiembre, se espera que se frene el atraso del tipo de cambio oficial, aunque el año electoral puede jugar en contra de esta política. Pero también han comenzado a desinflarse los precios internacionales, a medida que menguan los efectos de la guerra en el mercado de granos y los bancos centrales suben las tasas”, concluyeron desde FADA.