Así lo estimó Juan Garzón, del Ieral, al comparar el escenario de precios de la actual campaña versus 2020
6 de mayo de 2022
13:31
Gabriela Origlia
PARA LA NACION
La mejora en los precios internacionales aumenta los ingresos
El dato se desprende de un informe del economista Juan Manuel Garzón, del Ieral, de la Fundación Mediterránea, sobre una cosecha 2021/22 de 22 millones de toneladas de trigo, 43 millones de toneladas de soja y 50 millones de toneladas de maíz, pero considerando que no todo se vende afuera.
La referencia al 2020 es “teórica”, dijo el autor del trabajo a LA NACION. Hubo exportaciones de granos y aceites y harinas por US$29.000 millones. Este año, en tanto, estos mismos envíos serán de alrededor de US$45.000 millones.
En el primer cuatrimestre de este año, la soja promedió US$648 la tonelada en los puertos locales, 20% arriba del valor medio del 2021 y 69% más que en 2020. En maíz, el segundo complejo exportador del país, la dinámica es muy parecida, US$303 la tonelada entre enero y abril, 22% arriba del año pasado, y 68% por encima de 2020.
Para Garzón es claro que para los países -como la Argentina- que producen más de lo que consumen en el mercado interno y en los que el campo es un sector productivo importante el boom de los precios internacionales de las commodities “ha sido ganar-ganar: más ingresos para el sector y sus eslabonamientos, más divisas para el país y más recaudación para el Estado”.
Según el trabajo, los factores que actualmente sostienen los precios en niveles altos son básicamente tres: las existencias globales relativamente bajas; los efectos de la invasión de Rusia sobre la producción ucraniana futura (con impacto en maíz, trigo y girasol); una oferta de soja sudamericana (Brasil, Argentina, Paraguay) que será finalmente bastante menor que la del año pasado.
Las existencias mundiales están cerrando el ciclo 2021/2022 sin recuperación respecto del año pasado y en el caso de la soja con un retroceso equivalente a 3,7 puntos porcentuales del consumo de un año. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que quedarán unos 90 millones de toneladas de la oleaginosa, el 24,8% del consumo estimado del último ciclo, la relación más baja desde la campaña 2015/2016.
Números
En el caso del maíz, se estima un volumen remanente de 305 millones de toneladas, el 25,8% del consumo, una cifra muy similar a la del ciclo previo y que sigue siendo baja en relación a los últimos años (29,3% promedio).
Un dato adicional es que una parte “no menor” de estos granos en existencia está en países importadores, particularmente en China (se estima que el gigante tiene el 37% de los stocks globales de soja y el 69% de los stocks de maíz).
“Si bien el mercado es uno solo y en algún momento el intercambio comercial todo lo acomodará, en el corto plazo no es indistinto quiénes son los países que permanecen con granos, si la tenencia está muy concentrada en los exportadores, estos pueden satisfacer relativamente rápido las demandas de los importadores, pero si la tenencia reside en sólo algunos importadores, las demandas de los restantes compradores resultan más difíciles de satisfacer, lo que acrecienta la tensión en el mercado”, describió el economista.
Por otra parte, como factor que podría incidir en la baja de precios Garzón apuntó a la “importante desaceleración” de la economía china y, probablemente, también de la economía global en un contexto de subas de tasas de interés.
Otro ítem que considera que será también determinante de la dinámica del mercado en los próximos meses es la campaña agrícola en Estados Unidos. “Un mínimo problema en el primer productor y exportador mundial de granos generaría presión adicional sobre los precios, lo contrario de si la campaña avanzase de manera prometedora”, analiza.
Gabriela Origlia
