Según la Bolsa de Rosario, las lluvias del mes pasado “le cambiaron la cara productiva a Argentina”, con acumulados que superaron el promedio histórico. El Niño, para el verano, asoma como “fuerte”.
El jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo, recuerda que, hace un año, desde esa entidad alertaban que se estaba ingresando a la campaña gruesa 2022/23 en peores condiciones que en la 2008/09.
Un par de meses después, se confirmó la catástrofe productiva, resultado de tres temporadas consecutivas con el fenómeno La Niña y una sequía que extendió sus efectos incluso hasta octubre pasado.
Pero llegó noviembre y fue la “bisagra” esperada: la serie de tormentas con lluvias ocurridas en las últimas semanas han permitido una “recuperación notable en las condiciones de los suelos” que –afirma Russo– permiten proyectar una producción de 50 millones de toneladas de soja, más del doble del año pasado; y 56 millones de maíz.
A la par, El Niño ha vuelto a fortalecerse y así “en el sector se empieza a sentir optimismo y, con estos pronósticos, aspirar a rendimientos superadores”.
LAS LLUVIAS DE NOVIEMBRE
“Noviembre ha sido el mes más esperado, un mes que le ha cambiado la cara productiva a Argentina y un mes bisagra para lo que siga de acá en más con las lluvias”, refleja Russo en su reporte para la GEA.
Según los datos de la entidad rosarina, los acumulados mensuales de noviembre en la región pampeana suelen estar entre 70 y 100 milímetros, con valores disminuyendo hacia el oeste y sur.
En este marco, los valores registrados en las provincias de esta zona del país fueron los siguientes:
- Santa Fe: los menores registros están sobre la porción sur con 75 a 125 mm. De allí en más, los acumulados van de 125 a 150 mm y caen sobre el extremo norte por debajo de 120 mm.
- Entre Ríos: los acumulados también son menores en el sur con 100 mm. Pero luego ascienden a 150 mm en la zona central y terminan superando los 220 mm en el norte.
- Córdoba: las lluvias son más desparejas en esta provincia, pero en general superan los 75 mm con áreas en el SE (Idiazábal) y extremo E que superan los 100 mm.
- Buenos Aires: se nota un fuerte contraste que divide el este con excesos y el oeste con un fuerte déficit. En el este hay acumulados mensuales por encima de los 150 mm y en el SO las lluvias fueron inferiores a los 50 mm. Hacia el sector NO de la provincia los acumulados mejoran hasta alcanzar los 100 mm.
- La Pampa: noviembre dejó una clara mejora en el sector nordeste con acumulados mensuales de 75 a 100mm. Allí, hay registros de lluvias puntuales que han superado los 125 mm en la última semana. En el S, los acumulados mensuales terminaron entre 10 y 50 mm.
Por otro lado, el informe señala que las 36 estaciones meteorológicas que la Bolsa rosarina posee en la zona núcleo recibieron en promedio 102 milímetros, lo que implica un 12% más que la media mensual de noviembre.
No obstante, advierte “fuertes diferencias” al interior de la región, con sectores por debajo de los 100 mm en el nordeste bonaerense y el sur santafesino, en contraposición a zonas como Carlos Pellegrini (centro-oeste de Santa Fe) e Idiazábal (sudeste de Córdoba), donde despidieron el mes con acumulados de 191 y 174 mm, respectivamente.
EL NIÑO ASOMA OTRA VEZ COMO “FUERTE”
Por otro lado, Russo menciona que esta mejora en el régimen hídrico es probable que continúe ya que El Niño no solo está confirmado para el verano, sino que además ha vuelto a fortalecerse.
Cabe recordar que este año el fenómeno ocurrido por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial ha tenido una variabilidad poco común.
En julio pasado todavía se hablaba de un Niño muy fuerte o “súper Niño”, luego se bajó el pronóstico a “fuerte” y en octubre a “moderado”.
Sin embargo, ahora “hay una probabilidad superior al 55 % de que persista al menos un Niño fuerte durante el trimestre enero/marzo de 2024”, señala Russo, citando al consultor en meteorología, Alfredo Elorriaga.
Sucede que las aguas del Pacífico se han elevado en más de 1,5°C y por eso los pronósticos climáticos marcan un nuevo cambio de tendencia en este fenómeno.
“Hay dos cosas que llaman mucho la atención: la fuerte variabilidad que está presentando el evento y que incluso este podría seguir fortaleciéndose ya que no se descarta la posibilidad de un Niño muy fuerte”, añade.
Los datos de Elorriaga indican que las probabilidades de un evento “históricamente fuerte” no son bajas: del 35%. En resumen: hay un 90% de chances de que sea un Niño entre fuerte y muy fuerte.
No obstante, el experto recuerda que siempre hay otros factores climáticos a considerar aparte de la intensidad de El Niño, para saber cuál puede ser el impacto en Argentina. Por ejemplo, la incidencia de las corrientes que provienen del Océano Atlántico.
Al respecto, también advierte que lo ocurrido en noviembre podría no necesariamente repetirse en diciembre.
“Estamos empezando a notar que los modelos probabilísticos para los próximos 15 días muestran menores lluvias en la región pampeana respecto al mismo periodo de noviembre. Parece una contradicción, por eso resaltamos la gran complejidad de las condiciones ambientales que estamos transitando”, concluye Elorriaga.