El Departamento de Agricultura de Estados Unidos se sumó a los ajustes en la previsión de cosecha para Argentina. Pero mantuvo los stocks finales de Estados Unidos sin cambios y aumentó la estimación para Brasil.
En medio de pronósticos de cosecha que no paran de recortarse, el alivio que espera la Argentina por el lado de los precios internacionales de los commodities tampoco llega.
Por el contrario, los datos aportados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su informe mensual le ponen un techo a cualquier expectativa alcista.
De acuerdo con datos compartidos por las consultoras Granar y Nóvitas, uno de los datos sobresalientes fue que efectivamente el USDA se sumó a los ajustes en relación al volumen que generará Argentina: achicó su proyección de 33 a 27 millones de toneladas para la soja, y de 40 a 37 millones para el maíz.
Sin embargo, mantuvo en 125 millones su cálculo para el maíz brasileño, y subió de 153 a 154 millones la estimación para la soja del país vecino, una cifra récord.
A eso se suma que “entre los puntos más importantes del trabajo, aparecen las existencias finales estadounidenses de soja y de maíz, que fueron mantenidas sin variantes, contra la expectativa de los operadores de ver recortes para ambos cultivos”, destaca Granar.
Por ende, al menos por el lado de la oferta mundial, no hay razones que motiven a la soja y al maíz a tener aumentos de precios significativos.
En este marco, los movimientos en Chicago fueron precisamente leves: la soja subió U$S 3,68 la tonelada en el contrato a mayo, para posicionarse en U$S 550; mientras que el maíz cayó U$S 1,19 hasta U$S 256,29.