Entidades del sector criticaron las presiones que, aunque negadas por la Secretaría de Agricultura, trascendieron para que no suba más la hacienda.
24 de octubre de 202314:23
Luego de que eslabones de la cadena cárnica denunciaran intimidaciones de funcionarios para que en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) el precio del kilo de novillo no sobrepase los $1000, algo que hoy estuvo por encima de esa marca, y de que el Gobierno desmintiera que se hubiese recurrido a esa maniobra, referentes del sector agropecuario rechazaron cualquier intervención en la actividad. Otros prefirieron abstenerse de opinar sobre trascendidos que fueron negados por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo en sus redes sociales.
Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), se mostró en contra de las constantes intervenciones del Gobierno en el sector productivo. “Siempre hemos rechazado los cupos, las intervenciones en los mercados, los precios máximos y los mínimos que afecten la libre oferta y demanda. Ahora, utilizar llamados y comunicaciones anónimas para amedrentar a los compradores y vendedores realmente no solo es desleal, sino que es repudiable”, remarcó el dirigente a LA NACION.
Hoy por la mañana circuló un mensaje de un matarife que alertaba al resto de los eslabones de la cadena que no se podía pagar más de $1000 el kilo vivo, si no se corría “el riesgo de que procedan a la baja directamente de las matrículas”. Desde la cartera agrícola aclararon a este medio que “nadie del Gobierno llamó para presionar. Desmentimos drásticamente que alguien haya hecho eso”, aclararon.
Para Salaverri, preocupa mucho más en las condiciones que se está dando: “Son momentos en el que maneja la economía del país es un candidato a presidente. Si este tipo de acciones se realizan hoy, se puede pensar que también se van a repetir en el futuro. Eso ya no es problema de ahora, sino que llena de preocupación a todo el sector si vuelven este tipo de medidas que uno pensaba que estaban agotadas y que no se deberían aplicar. Y lo peor es saber si esta va a ser una práctica permanente de ahora en más”.