Aunque en el primer trimestre las ventas al gigante asiático se mantuvieron activas, desde el USDA estiman que China reducirá sus compras en 2024, por lo que el Rosgan cree que podrían ingresar 16% menos divisas por exportaciones de carne.
Por Infocampo
El peso de China en el mercado mundial de carnes es indiscutible y terminó de afianzarse entre los años 2017 y 2022.
Pero las últimas proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anticiparon que las compras del gigante asiático se ajustarán en 127.000 toneladas y quedarán en 3,45 millones de toneladas anuales.
Este retroceso se origina a partir de la desaceleración del consumo interno en China y la amplia oferta local de carnes que acumula desde el año pasado.
“Esta participación retrocederá en un 5% respecto de 2023, dato que significaría el primer cambio de signo importante dentro de esta tendencia ascendente”; señalaron desde el mercado ganadero de Rosario (Rosgan).
El dato que preoucupa a los frigoríficos es esta potencial caída en los despachos. En un contexto de caída en las cotizaciones internacionales, el negocio mantenía sus números a partir de una relativa estabilidad en los volúmenes exportados.
Pero si se confirma esta retracción en China, la mayor participación de Estados Unidos en los envíos de carne vacuna puede tener un impacto negativo en el ingreso de divisas en este sector.
Lógicamente, esto significa un problema adicional para una Argentina necesitada de divisas y que también está viendo cómo caen permanentemente las proyecciones de ingresos de dólares como consecuencia del desplome de los precios internacionales y de los problemas que atraviesa la cosecha argentina.
EL IMPACTO EN LA CARNE ARGENTINA
Según datos oficiales chinos, el valor promedio que pagaron por tonelada importada en 2023 retrocedió -para todos los orígenes- un 21%, al pasar de U$S 6.600 en 2022 a menos de U$S 5.200 al año siguiente.
Para el primer trimestre de 2024, desde la entidad rosarina consideraron que los ajustes continúan marcando caídas interanuales del 10%, con promedios que rondaron los U$S 4.800 la tonelada. Por el momento, el mayor volumen de compras que sigue mostrando ese destino compensa la caída de precios.
“De confirmarse el cambio de tendencia que proyecta el USDA para este año con una contracción en sus compras del 4% anual y sin mediar una recomposición de los valores pagados hasta el momento, nuestras ventas de carne vacuna a China podrían reportar este año un 16% menos en ingreso de divisas”, remarcaron.
En un negocio en donde cada tonelada cuenta, Estados Unidos sigue incrementando su participación con un aumento significativo de su abastecimiento externo, a partir de una incipiente recuperación en el volumen de producción.
En este contexto, se espera que las importaciones estadounidenses representen el 15% del comercio mundial de carne vacuna, frente al 14% en 2023 y esto compense con creces la reducción de las importaciones de carne vacuna de China.
En los tres primeros meses de 2024, Brasil y Argentina vacuna mostraron un comportamiento similar en relación al mercado chino, aunque con algunos matices.
En el caso del vecino país hubo una leve reducción, que de un año a otro pasó de representar el 56% de las ventas al 52%. En Argentina, volvió a concentrar el 75% de los despachos este año, contra el 73% registrado en igual periodo de 2023.
Pero los números muestran que esta situación llegó para quedarse. Según el Indec, entre enero y marzo nuestro país exportó 164.932 toneladas, de las cuales 123.495 toneladas se destinaron a China. Estos despachos generaron divisas por U$S 405 millones, con una tonelada que en promedio cayó de U$S 3.785 a U$S 3.287, un 13% menos en la comparativa interanual.