Carbap se sumó al debate sobre cómo continuar con el esquema sanitario para prevenir la fiebre aftosa en Argentina, en medio de un contexto en el que parece haber diferencia de opiniones dentro del seno de la Mesa de Enlace.


Por Infocampo
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se sumó en las últimas horas al debate que se ha abierto sobre cómo continuar con el esquema sanitario para prevenir casos de fiebre aftosa en Argentina.
Luego de que el Gobierno nacional eliminara de manera definitiva la barrera sanitaria que divide al país en dos respecto al combate de esta enfermedad –al sur del Río Colorado se es libre de aftosa sin vacunación y al norte se obliga a vacunar dos veces al año–, la discusión creció en torno a la intención que vienen manifestando muchos sectores dentro del agro de avanzar en la eliminación definitiva de los planes vacunatorios, tal como hicieron países limítrofes como Brasil.
Precisamente, en las últimas horas fue la Sociedad Rural Argentina (SRA) la que insistió en formular un plan para dejar de vacunar, lo que choca con la visión de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) que reclama una actualización del modelo sanitario, para modernizarlo, pero aún considera que no están dadas las condiciones para dejar de inocular.
FIEBRE AFTOSA: CARBAP SE METIÓ EN LA DISCUSIÓN
Ahora, Carbap emitió un comunicado titulado “La fiebre aftosa no se erradica con políticas espásmodicas: se erradica con ciencia”, en el que hizo referencia de manera indirecta a voces como las de la SRA que piden dejar de vacunar, pero afirmó que tal decisión debe basarse 100% en razones científicas, y no políticas.
La entidad recordó que, desde hace varios años, y de manera periódica, se vienen realizando congresos de debates abiertos sobre el plan de lucha contra la fiebre aftosa, como el que hizo la propia Carbap en Bolívar, en junio pasado; y el encuentro nacional reciente que realizó CRA en Río Cuarto.
“En ambos espacios, con la participación de técnicos, productores y representantes de distintos organismos, se planteó con claridad la necesidad de una readecuación del actual Plan de Vacunación, atendiendo a criterios sanitarios, epidemiológicos y de modernización del esquema”, repasó la Confederación.
En este marco, haciendo una obvia alusión a lo expresado por la SRA, agregó: “Valoramos que más voces se expresen sobre este tema y que otras entidades quieran acompañar y sumarse en esta línea de trabajo. La propuesta de actualización del plan de aftosa elaborada por el Senasa fue oportunamente compartida y debatida en estos ámbitos, sumando la visión de Carbap y de nuestros productores, y coincidimos en avanzar en ese sentido”.
“Sin embargo, hasta la fecha el organismo sanitario nacional aún no ha publicado, ni instrumentado formalmente dichas adecuaciones, lo que genera incertidumbre y demora en un tema central para la producción y el comercio pecuario”, continuó Carbap.
En este marco, insistió en su opinión de que “cualquier decisión vinculada con el camino hacia el objetivo de dejar de vacunar contra la Fiebre Aftosa debe ser exclusivamente sanitaria y técnica, nunca política, a diferencia de lo ocurrido en 1999, cuando —tal como advirtieron CRA y numerosos profesionales— no estaban dadas las condiciones para hacerlo y las consecuencias resultaron muy negativas para el país”.
“La historia demuestra que fue gracias al trabajo conjunto, coordinado y sostenido entre el Estado y los privados a través de los entes sanitarios regionales, y al enorme esfuerzo de miles de productores y veterinarios, que la enfermedad pudo ser erradicada en la Argentina”, remarcó Carbap.
En ese sentido, también reafirmó su convicción de que el debate sobre el futuro del plan antiaftosa debe darse en el marco del conocimiento científico, con un Senasa activo y fuerte, y con la participación de todos los actores involucrados.
“El proceso debe basarse en la evidencia epidemiológica, en la consideración de los riesgos de reintroducción, en la evaluación del impacto sobre los mercados internacionales —incluyendo la experiencia comparada de países como Uruguay y Brasil— y, fundamentalmente, en la capacidad real de control y prevención”, enfatizó.
Y cerró: “Desde Carbap seguimos trabajando para que se avance con la actualización del plan de vacunación ya consensuada, y sostenemos con firmeza que el estatus sanitario argentino no puede ponerse en riesgo por apresuramientos, caprichos individuales ni decisiones políticas coyunturales apresuradas, como ya ocurrió en el pasado”.